La lectura del café, su origen y características
Entre los métodos para adivinar el futuro la lectura del café o cafeomancia es una de las más conocidas a nivel mundial.
Fue popularizada por los franceses del siglo XVII, sin embargo, su origen se remonta a mucho tiempo antes, surgiendo gracias a las abuelas persas y árabes, quienes tenían la costumbre de juntarse todas las tardes a tomar café.
Esta práctica era irrelevante hasta que empezaron a notar figuras dibujadas en la taza, las cuales al repetirse parecían tener el mismo efecto a futuro, definir el presente o relatar el pasado.
Fueron estas ancianas quienes empezaron a crear todo un catálogo de formas con su significado, las cuales enseñaron a sus descendientes, difundiendo su “descubrimiento” de generación en generación.
El método no tardó en difundirse entre viajeros y comerciantes, quienes se encargaron de esparcirlo por el resto del mundo.
No obstante, el primer testimonio tangible sobre el tema es obra de Tomás Tamponelli, un ciudadano de Florencia, quien publicó en el siglo XVII una especie de manual muy sencillo sobre la cafeomancia.
Esta forma de predecir el futuro ha sido muy buscado por todos los estratos sociales, tal es así que era práctica de diario en las cortes de zares rusos y los albergues de caravanas.
Aunque cualquiera puede desarrollar sus habilidades en esta técnica, le es menos difícil a aquellas personas que suelen ver figuras en aspectos comunes, como las nubes o la silueta de los árboles.